Llegó el día.

Luego de semanas de reflexión conmigo misma luego de haber tenido un año lleno de nuevas experiencias, decidí que era hora de asumir mi negación y salir de ella. Lo sabía, lo sentía, y lo necesitaba: decidí buscar la forma de realizar mi vaginoplastía.

A pesar de que hice pública mi intención durante diciembre, la búsqueda de alternativas había comenzado antes del estallido social. De hecho, consulté todas las maneras para realizar esto en el sistema público, pero no hay cirujanos. Y claro, el estallido social y sus consecuencias me sacaron de foco por un buen rato. Pero en enero llegué por dato a alguien, tomé la hora, tuve la primera consulta, y tomé la decisión de avanzar. Volví a ver videos, pensé en alternativas de fechas, y planifiqué opciones de financiamiento.

Pero, ¿qué me llevó a decidir? Una vez que junté los factores, la verdad es que fue muy fácil. Intentaré explicarlos de la forma más profunda posible, como nunca lo he hecho. Debo recordar que cada tránsito es distinto, que mis propias experiencias son personales, y que no deben obtenerse generalizaciones a partir de este relato; pero si te identificas con lo que narraré tal vez sea bueno que tomes este mismo camino.

Razón 1: Por lo meramente estético.

¿Así o más claro? jajaja. A ver, es obvio. Todas pensamos en esto. Todas las que hemos al menos pensado en operarnos queremos dejar de preocuparnos por el lastre que arrastramos entre las piernas. Queremos volver a la playa en un lindo bikini, queremos poder volver a nadar, queremos la ropa ajustada y la ropa interior chiquita. Y sí, todo esto lo puedes hacer sin tener que realizarte la operación; pero la ola de preocupaciones que te pones encima al hacerlo no es bonita, y querer sacártela del medio es algo válido. Creo que una neovagina puede ayudar con eso, y me dará lo que busco: libertad. En una persona ansiosa como yo, esa libertad vale cada peso.

Razón 2: Por la disforia

Hubo una razón por la que me sentí vacía en mi última relación y que no se detuvo jamás. Hay una razón por la que no soy tan activa sexualmente como quisiera. Una. Una sola: Disforia. ¿Por qué? Sexo penetrativo.

Esto es simple: desde que inicié mi tránsito, y a pesar de haber sentido que se me atrofiaron un poquito, el hecho de tener unos genitales de persona no gestante bastante decentes ha hecho que la experiencia de tener desde relaciones hasta interacciones públicas subidas de tono rocen siempre el fetichismo.

Si en una fiesta una desconocida baila conmigo, me siente y se me pega. Y sí, me dejo llevar… pero en el fondo no quiero eso.

Si una persona quiere tener sexo conmigo, siempre de algún modo me pide que… “use” mis genitales, por decirlo de algún modo. Pero a mí no me gusta, y en el fondo no quiero eso.

Es incómodo. Es molesto. Me provoca rechazo. No lo siento propio. No lo quiero.

Entonces, la disforia aumenta, y aumenta, y aumenta. Y yo no la quiero más.

Razón 3: Porque todo estará en su lugar

¿Qué busco, entonces, en una vaginoplastía? Porque sé que jamás tendré los mismos “estándares” que tiene una persona cis. Pero sin dudas que ayudará ver mi cuerpo, y sentir que tengo lo que me corresponde tener… de una forma u otra. Mirarme en el espejo y sentirme plena será una sensación de cuerpo completo, desde adentro hacia afuera y ahora de afuera hacia adentro.

Esto se lo he escuchado a la mayoría de las chicas trans que documentaron sus cirugías en YouTube, y esa es precisamente la sensación que busco tener respecto a mi cuerpa. Por lo tanto, creo que me irá bien y que compartiré esta sensación.

Razón 4: Por mi sexualidad

Cuando te sacas un peso de encima, cuando por fin sientes que toda tu cuerpa será tuya, cuando también le das aire y tiempo para que sane y se reacomode, cuando te ves y todo hace click, ¿qué pasa? Lo esperable: te liberas.

Tengo un montón de ideas que quiero realizar, y una compilación de lo que he soñado despierta lista para hacer realidad. Y me lo impide no contar con una anatomía acorde. Y sí, he probado ya con hombres. Y no, no creo que sea lo mismo. La idea es que no lo sea, porque igual de tan apretada que estoy es muy incómodo siempre. En la cama quiero tener el rol en el que quiero estar, estar con las personas que quiero estar, y sentir que soy todo lo que allí está, en vez de entregar un escuálido “lo que alcanzo a ser ahí está” al desparramarme entre otras pieles.

Razón 5: Porque marca un final

Ya son 5 años de sentirme (además de estar) en un tránsito que no tiene un final. Y en cuanto al estarlo, no lo tendrá. Pero respecto al sentir sí puedo hacer algo, y ahí es donde jugará un rol muy importante esta cirugía. Por supuesto, de cara al futuro viene un montón de cosas para seguir viviendo (vivir la maestría, solventar una vida independiente, una vida en pareja exquisita, y por qué no más cirugías), pero creo importante cumplir con “lo reglamentario”, lo que siempre dije que iba a hacer. Probablemente después de esto venga otra cosa, soy así; pero para efectos de armonía en mi ser con este procedimiento ya completo la lista.

Razón 6: Por mi futuro

Mi objetivo último, y en el cual se fundan muchos de mis actos, es que el ser trans no sea relevante a la hora de relacionarme con otros salvo en cuestiones donde sí lo sea (porque digamos, una neovagina igual tiene y tendrá cuidados especiales). Quisiera dejar de sentirme expuesta, poder manejar aún más mi privacidad, saber a quién contarle sobre mi pasado y mi presente, y quiero iniciar una nueva etapa en mi vida.

Para controlar mi ansiedad he hecho el ejercicio de visualizarme, en 6, 12, 24 meses. En todas las visiones de mediano plazo aparezco con mi cirugía realizada, una expresión más adulta, y en general con una confianza que es enorme, cuestión que hoy no tengo. Creo que para cultivar esa confianza es necesario tener claro que el amor propio debe ser genuino, y para que ello suceda debo vivir esta experiencia.

Este proceso durará meses y hay aspectos del mismo que aún no tengo resueltos, pero si me preguntan, la decisión está tomada. Y viviré o moriré con ella… después de todo, esta es una cirugía mayor.

Veamos qué tal me va.

Volver / Go Back